El diseño sostenible y responsable, y la pasión por la construcción modular nos ha hecho
adentrarnos en el desarrollo de proyectos arquitectónicos con contenedores marítimos.
Proyectos que nacen del reciclaje de contenedores de 20 y 40 pies HC (High Cube), que
cumpliendo toda la normativa tanto urbanística como técnica (Código Técnico de la Edificación)
dan lugar a edificios singulares, sostenibles y económicos.
¿Por qué contenedores marítimos?
Aunque el tiempo de vida de los contenedores marítimos es superior a 50 años, las normativas
internacionales limitan a doce años su período de utilización como medio de transporte de
mercancías. Pasado este tiempo, su valor intrínseco desaparece y se convierten en “basura
industrial”. ¿Por qué no buscar para estas estructuras de altísimo valor arquitectónico una
nueva utilidad?
Los contenedores marítimos presentan varias ventajas: son abundantes, móviles y resistentes,
tienen medidas estandarizadas y su precio como módulos o bases estructurales para un
proceso de construcción es muy económico.
Modulares: esta característica permite realizar múltiples combinaciones e ilimitadas versiones
de diseño. Esta flexibilidad, unida a la estandarización, permite prever un proyecto global
ejecutable en varias fases, ya que hace posibles las ampliaciones espaciales a medio y largo
plazo a precios muy reducidos. El ensamblaje entre módulos disminuye los tiempos de
construcción y montaje hasta un 80% en comparación con una obra tradicional.
Económicos: en general, el ahorro medio en costes frente a cualquier otro proceso de
arquitectura tradicional se sitúa en torno a un 20%.
Transportables a cualquier lugar: los contenedores marítimos se diseñan para ajustarse a
todo tipo de logística y acelerar así los procesos de montaje, ahorrando tiempo y energía. Por
este motivo, el lugar de emplazamiento nunca debería suponer un problema.
Seguros, resistentes y herméticos: realizados en acero corten, los contenedores han sido
creados para durar 50 años. Preparados para circular por el planeta en cualquier tipo de
condiciones climáticas y pensados para garantizar el transporte de mercancías de forma
segura, estos contenedores son estructuras que se someten a las rigurosas normas ISO BS
EN 10025 de seguridad y son, por tanto, resistentes, herméticos, ignífugos.
Ecológicos: reciclando estas estructuras y destinándolas a nuevas funciones, se reducen las
emisiones de carbono. Por otra parte, todos nuestros productos se diseñan y producen
localmente, según el lema “ Think globally, act locally”.
Versátiles: mediante un proceso de diseño riguroso, ofrecen aplicaciones de naturaleza y uso
muy variados.
Fuente: construible.es