EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

La UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) en el año 2003 creó la clasificación de Patrimonio Cultural Inmaterial y su definición incluye tradiciones y expresiones orales, artes, espectáculos, rituales, fiestas populares o usos relativos a la naturaleza o el universo.

Podemos definir el Patrimonio Inmaterial como un “conjunto de tradiciones, técnicas, costumbres y saberes, heredadas de una generación a otra”.

Atendiendo a la definición que la UNESCO, los nombres históricos de las calles han de ser reconocidos como patrimonio inmaterial, ya que según las propias premisas de la definición, son “Tradicionales, contemporáneos y vivientes a un mismo tiempo”, ya que incluyen tradiciones heredadas del pasado, y usos rurales contemporáneos característicos de diversos grupos culturales; Integradores, se han transmitido de generación en generación y contribuyen a infundirnos un sentimiento de identidad y continuidad, creando un vínculo entre el pasado y el futuro a través del presente; Representativos: no se valoran simplemente como un bien cultural, a título comparativo, por su exclusividad o valor excepcional, sino que florecen en las comunidades y dependen de aquéllos cuyos conocimientos de las tradiciones, técnicas y costumbres se transmiten al resto de la comunidad, de generación en generación, o a otras comunidades; Están basados en la comunidad, los nombre de nuestras calles son reconocidos como tales por las comunidades, grupos o individuos que lo crean, mantienen y transmiten, siendo reconocidos y aceptados a lo largo de la historia.

Los nombres históricos de las calles y plazas de nuestras ciudades, son PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL, y como tal, deberían estar PROTEGIDOS.

Hablamos de nombres que vienen dotando de personalidad propia a las calles y plazas de nuestro casco antiguo desde hace siglos, y que forman parte de nuestra idiosincrasia, a la vez que del imaginario colectivo pontanés.

Calles que han permanecido impertérritas tras guerras, riadas y dictaduras, y que ahora, en la época de la conciencia del patrimonio y de la protección a la herencia de nuestros mayores, deberían estar a salvo para poder ofrecerlas como legado a las generaciones futuras.

En Puente Genil, existen decenas de calles que llevan nombrándose igual desde hace siglos, y ya los abuelos de nuestros abuelos las conocían como tales en los siglos XVIII y XIX, existiendo algunas incluso más antiguas, ya que su origen se pierde en el tiempo.

A través de los nombres de nuestras calles y plazas, estamos contando la historia de Puente Genil. Cuando se reconoció a una persona o un hecho, con el nombre de una calle, Puente Genil estaba dándole el “sí”, a una historia ocurrida pretendiendo que se perpetuara en el tiempo. Cuando fue la propia historia de esa calle o plaza la que le puso el nombre de alguno de sus habitantes, fue ese acervo cultural propio el responsable, y debe ser respetado. Los reconocimientos del presente no deben solapar los del pasado cuando cumplan la ley, ni sustituir al acervo de la cultura popular.

Cambiar los nombres de las calles que nuestros bisabuelos ya conocían como tales es un despropósito contra la memoria y la cultura popular. No podemos caer en el error de querer borrar nuestra esencia y de enterrar nuestro pasado.

Porque el patrimonio, y de nuevo apelamos a la definición de la UNESCO, se considera “inestimable e irremplazable” por el valor histórico-cultural que aporta. A esta definición habría que añadir en el caso que nos atañe, el innegable valor identitario, que nos refuerza como comunidad y nos diferencia del resto de ciudades.

 

PUNTOS DE ACUERDO

Atendiendo a lo expuesto, los grupos municipales firmantes adoptan los siguientes ACUERDOS:

1. Nombrar una comisión interdisciplinar que se encargue de realizar un estudio exhaustivo de las calles históricas de Puente Genil, creando un censo o catálogo de las que merezcan ser incluidas por su valor patrimonial. De igual manera, estudiar la inclusión en este censo de nombres populares de espacios sin nomenclatura específica.

2. Confeccionar una ordenanza o reglamento de protección de los nombres históricos de las calles de Puente Genil, atendiendo a su carácter patrimonial.

3. Estipular en el reglamento de distinciones un procedimiento claro a la hora de adjudicar y ubicar homenajes y reconocimientos cuando impliquen el cambio de nombres de calles, plazas y otros espacios.

4. Paralizar la concesión de cambio de denominación de cualquier espacio público hasta que finalice el trabajo de la comisión y se apruebe la ordenanza de protección de la toponimia de las calles históricas.

5. Unificar el sistema de rotulación de las calles históricas en toda la localidad, usando un único criterio gráfico y artístico que se ajuste a nuestra arquitectura, a los materiales locales y al diseño tradicional pontanés.

 

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