17.05.2016 |

Catalogando Edificios

¿Os imagináis cómo se puede hacer una crítica de cine sin haber visto la película…? ¿O un resumen de un libro que no se ha leído…? ¿Veis al Sr. de la Guía Michelín repartiendo estrellas sin haber probado la comida antes…?

Pues bien, eso precisamente es lo que ha ocurrido en el nuevo Catálogo de Edificaciones Protegidas del nuevo Plan General de Ordenación Urbana de Puente Genil.

Hace ya tiempo que muchos venimos viendo la desproporción de dicho documento, en el que se establecen tanto las edificaciones protegidas por su valor artístico, histórico, constructivo y arquitectónico, como su grado de protección.

Se ha pasado de catalogar setenta y tantos edificios en el Plan anterior (vigente de nuevo en la actualidad) a casi cuatrocientos. Se ha elevado el grado de protección de los mismos hasta el punto que cualquier tipo de intervención lógica se hace imposible. Se ha condenado a un número elevadísimo de inmuebles a la más absoluta de las ruinas, limitando las intervenciones, reduciendo su edificabilidad y en definitiva convirtiendo en inviable económicamente su reforma o rehabilitación. Y lo peor de todo, el valor histórico y arquitectónico que se les supone a estos edificios, es cuanto menos cuestionable.

Hasta aquí, todo entra dentro de un amplio margen “lógico” de discrecionalidad, que hace que estos temas se conviertan en una decisión política, pues al fin y al cabo aunque el documento ha sido redactado por técnicos, son los políticos los promotores del Plan, los que dan las pautas de protección y los responsables de aprobar o no el catálogo.

Por motivos profesionales, me ha tocado analizar exhaustivamente varias de las edificaciones catalogadas y protegidas. Me encuentro entonces, con edificios con Nivel 3 de protección (se supone que el más bajo, una protección ambiental), que luego en la ficha tienen protegida fachada, núcleo de escaleras, volumetría, crujías, patios y cubiertas.

Ahora bien, lo grave del asunto, es que no se ha entrado en los edificios para su catalogación. Y entonces de nuevo me surge la terrible duda… ¿Cómo se puede catalogar un patio sin haberlo visto…? ¿Cómo se puede proteger una escalera sin haberla fotografiado ni medido…? ¿Cómo se puede hablar de protección de los elementos internos de un inmueble sin haber entrado al mismo…?

¿Cómo se puede, en definitiva, condenar un inmueble y sus elementos más importantes, simplemente con una foto de fachada y otra de Google Maps…?

En una reunión con el equipo de redacción se nos indicó que se habían visitado el 97% de los edificios catalogados. Pues bien, yo diría que es precisamente el 97% el porcentaje de edificios que se han catalogado sin visitar.

Grave, muy grave.

Entiendo por tanto que se trata de un fraude al Ayuntamiento como promotor del Plan y por ende a los ciudadanos de Puente Genil que, vamos a sufrir las consecuencias de una desmesurada, sobreelevada y NO JUSTIFICADA protección.

Dichas consecuencias se traducirán (y a las pruebas me remito), en una despoblación de nuestro casco histórico y en la ruina de la mayor parte de las edificaciones protegidas, que a día de hoy se encuentran abandonadas a su suerte, que no será otra que convertirse en escombreras y palomares.

El Ayuntamiento, debería tomar cartas en el asunto y pedir explicaciones a los redactores del Plan.

Repito, un asunto muy grave, y solo espero que para cuando seamos conscientes, no sea demasiado tarde.

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